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Tendencias y proyecciones: repunte leve de las emisiones en la UE en el contexto de la recuperación tras la pandemia y de la crisis energética

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Noticias Publicado 01/12/2022 Última modificación 03/08/2023
5 min read
Las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de energía aumentaron en 2021 debido principalmente a la recuperación europea tras la pandemia, según el último informe «Tendencias y proyecciones» publicado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). La mayoría de los Estados miembros de la UE lograron alcanzar los objetivos energéticos y climáticos de la UE para 2020 y están dirigiendo su atención hacia la neutralidad climática, al tiempo que abordan la actual crisis de suministro de energía. Para lograr los objetivos climáticos y energéticos de 2030, que son más ambiciosos, será necesario incrementar el progreso anual en el despliegue de energías renovables a una velocidad más del doble de la actual, así como reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero.

Es fundamental que ahorremos energía y reforcemos las fuentes de energía renovables, no solo para abordar la crisis energética inmediata, sino también para lograr la neutralidad climática

Según los datos del informe «Tendencias y proyecciones» de la AEMA de 2022, tras un largo período en el que las emisiones de gases de efecto invernadero disminuyeron en Europa, se han incrementado de nuevo debido a la recuperación económica posterior a los confinamientos por la COVID-19, en particular en los sectores del transporte, la industria y el suministro de energía. Ante la amenaza de una crisis energética y, en particular, de los elevados precios del gas, el sector energético dio un giro parcial hacia combustibles energéticos con alto contenido de carbono, mientras que el fuerte crecimiento que habían experimentado las energías renovables en los últimos años perdió impulso en 2021. Para contrarrestar esta tendencia, es fundamental que las decisiones que se tomen en el presente en relación con las infraestructuras energéticas tengan en cuenta el objetivo de neutralidad del futuro para evitar los efectos de la dependencia del carbono a largo plazo.

«En los próximos meses y años será necesario tomar medidas decisivas para que los Estados miembros de la UE puedan desarrollar planes ambiciosos de reducción de las emisiones y así cumplir los objetivos climáticos de la UE. Aunque este invierno se necesitan medidas a corto plazo para impulsar el suministro de energía, estos esfuerzos no deben estancar a Europa en una dependencia de los combustibles fósiles de muchos más años. Es fundamental que ahorremos energía y reforcemos las fuentes de energía renovables, no solo para abordar la crisis energética inmediata, sino también para lograr la neutralidad climática», expuso Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA.

 

Las emisiones repuntan y aumenta el consumo energético

Según datos preliminares notificados por los Estados miembros de la UE, las emisiones de gases de efecto invernadero, incluida la aviación internacional, aumentaron un 5 % en 2021 con respecto a 2020. Sin embargo, se mantuvieron muy por debajo de los niveles de 2019, anteriores a la COVID.

Las estimaciones sugieren que en 2021 el consumo de energía, tanto primaria como final, aumentó un 6 % y un 5 %, respectivamente, en comparación con 2020. El consumo de energía primaria mide la demanda de energía, mientras que el consumo de energía final se refiere a lo que utilizan realmente los usuarios finales. Este incremento del uso de energía puede atribuirse en gran medida a la recuperación económica. El efecto del aumento de los precios de la energía en las cifras anuales de consumo todavía no era visible en 2021; sin embargo, cabe esperar que sea más evidente en 2022.

Los datos preliminares sugieren que la cuota total de Europa de fuentes de energía renovables se mantuvo en el 22 % del consumo de energía en 2021, frenando el fuerte crecimiento de los últimos años, lo que puede explicarse por la menor contribución de la energía eólica e hidráulica en 2021, junto con el repunte del consumo de energía.

 

Año crítico para el avance hacia los objetivos para 2030

Para lograr la neutralidad climática a largo plazo, será necesario mantener reducciones sustanciales de las emisiones año tras año. Mediante la Legislación climática europea, se incrementó el objetivo de reducción neta de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, que pasó a ser al menos del 55 % con respecto a los niveles de 1990. En estos momentos, el Parlamento Europeo y los Estados miembros están negociando el exhaustivo paquete de medidas «Objetivo 55», teniendo en cuenta también el plan propuesto «REPowerEU» de 2022.

Para lograr el objetivo del 55 % marcado para 2030, las emisiones de gases de efecto invernadero tendrían que disminuir por término medio 134 millones de toneladas equivalentes de dióxido de carbono al año con respecto a los niveles estimados de 2021. Esto supone más del doble de la reducción media anual lograda entre 1990 y 2020. Todos los sectores deben intensificar significativamente sus esfuerzos para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, debe aumentar la eliminación de CO2 a través del uso y el cambio de uso del suelo, y la silvicultura, a fin de invertir la tendencia actual de reducción de los sumideros de carbono en la UE.

Al mismo tiempo, el consumo de energía debería disminuir sustancialmente en los próximos años —el nuevo objetivo propuesto para 2030 en el contexto de REPowerEU requiere más del doble del ahorro anual de energía en el período comprendido entre 2022 y 2030. Lo mismo ocurre con las energías renovables: desde 2005, la cuota de energías renovables en el consumo final bruto de energía de Europa ha crecido una media de 0,8 puntos porcentuales al año. Esa cifra debería aumentar a 2,5 puntos porcentuales al año en 2030 para alcanzar el objetivo del 45 % de energías renovables propuesto en el marco de REPowerEU.

A nivel de los Estados miembros, si bien ya se ha avanzado sustancialmente, las políticas y medidas en vigor no son suficientes para cumplir los nuevos y ambiciosos objetivos climáticos y energéticos. Para mediados de 2023 los Estados miembros deberán presentar proyectos de actualización de sus planes nacionales de energía y clima, lo que les brindará la oportunidad de mejorar las medidas y desarrollar planes para el período de aquí a 2030 que reflejen las nuevas ambiciones de la UE y el objetivo de neutralidad climática.

 

EEA’s climate and energy package:

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