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Es hora de actuar por el clima, la naturaleza y los ciudadanos

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Article Publicado 03/02/2020 Última modificación 11/05/2021
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Photo: © John Simitopoulos, My City/EEA
El año 2019 será recordado como un punto de inflexión para la acción por el clima y el medio ambiente en Europa. Millones de ciudadanos europeos y de otras partes del mundo se han manifestado y han instado a los responsables políticos a actuar. Las evaluaciones científicas contrastadas, incluido el informe sobre el estado del medio ambiente (SOER 2020) de la Agencia Europea de Medio Ambiente, han hecho hincapié en la magnitud de los desafíos a los que nos enfrentamos y en la necesidad urgente de actuar. Estas peticiones ahora se materializan en una hoja de ruta política. El Pacto Verde Europeo presentado por la Comisión Europea representa un punto de partida prometedor para la década crucial que nos espera.

«Desde los estudiantes y las familias hasta las ciudades y regiones, muchas personas de toda Europa ya se han puesto manos a la obra. Sin embargo, el Pacto Verde Europeo supone una oportunidad sin precedentes: establece un enfoque común y coherente para todo un continente».

Hans Bruyninckx, director ejecutivo de la AEMA

Estado del medio ambiente en Europa: el desafío futuro

Cada cinco años, la Agencia Europea de Medio Ambiente elabora un informe exhaustivo sobre el estado y las perspectivas del medio ambiente en Europa. La sexta edición del informe, «El medio ambiente en Europa: Estado y perspectivas 2020» (SOER 2020), publicado recientemente, reitera las peticiones cada vez más frecuentes de una acción enérgica, decisiva e inmediata. El SOER 2020 demuestra que los objetivos políticos y legislativos europeos han tenido éxito en muchos frentes. Las emisiones de contaminantes atmosféricos han descendido, al igual que las emisiones de gases de efecto invernadero, y una mayor proporción de áreas terrestres y marinas de Europa están protegidas. Europa está reciclando un porcentaje cada vez mayor de sus residuos locales. Aunque estos avances son significativos, el ritmo es insuficiente para hacer frente a los desafíos que aún tenemos por delante.

El SOER 2020 asegura que nuestros sistemas de producción y consumo siguen extrayendo más recursos de la naturaleza y a un ritmo más rápido que el de recuperación de la misma. Además, la forma en que producimos y consumimos productos y servicios libera sustancias contaminantes al medio ambiente. Estos contaminantes tienden a mezclarse y acumularse, afectando a los ecosistemas y a la salud humana. Cuando se suman al impacto de la crisis climática y la pérdida de biodiversidad, nuestro futuro parece cada vez más frágil. Esto ya está afectando a muchas comunidades y grupos de toda Europa. Los agricultores se enfrentan a condiciones meteorológicas impredecibles. Millones de europeos siguen expuestos a niveles perjudiciales de contaminación atmosférica o sufren inundaciones con mayor frecuencia. Las zonas urbanas siguen expandiéndose sobre tierras cultivables y el desarrollo de infraestructuras continua fragmentando el paisaje. Para revertir algunas de estas tendencias preocupantes, Europa debe colaborar con otras regiones y socios a nivel mundial.

Un enfoque centrado en la mejora de la ejecución y los sistemas clave

Los países europeos deben aplicar íntegramente la legislación previamente acordada. No cabe duda de que esto puede aportar avances adicionales. Sin embargo, las conclusiones del SOER 2020 también confirman que los avances basados en una mayor eficiencia, como los conseguidos mediante vehículos más eficientes o combustibles más limpios, no serán suficientes para lograr un cambio sistémico. Estas medidas no traerán consigo un sistema de movilidad limpio. La clasificación de los residuos locales no generará una economía circular. Es necesario que los productos y procesos se diseñen de manera que se mantengan los recursos extraídos dentro de la economía. Para conseguir la neutralidad climática, una economía circular, un objetivo cero en materia de contaminación y una sociedad equitativa, debemos reflexionar, rediseñar y reconstruir los sistemas clave que subyacen a nuestras economías y vidas cotidianas, empezando por los sistemas energético, alimentario y de movilidad. Estos cambios no pueden producirse si no se apoya a los grupos que se verán afectados por ellos. Un sistema alimentario saludable y equitativo debe reducir el uso de productos químicos en la agricultura y mejorar la gestión del paisaje, a la vez que garantiza una alta productividad y mejores condiciones de vida para los agricultores.

Estos cambios transformadores requerirán inversiones adecuadas para aumentar y acelerar el uso de soluciones sostenibles, a la vez que se abandonan gradualmente o se suspenden las prácticas insostenibles y contaminantes. Invertir adecuadamente —en las personas, la innovación y las industrias limpias— puede contribuir a crear mejores oportunidades y a proporcionar una mayor calidad de vida a toda la población.

Para conseguir la neutralidad climática, una economía circular, un objetivo cero en materia de contaminación y una sociedad equitativa, debemos reflexionar, rediseñar y reconstruir los sistemas clave que subyacen a nuestras economías y vidas cotidianas, empezando por los sistemas energético, alimentario y de movilidad.

Una respuesta política prometedora: el Pacto Verde Europeo

Estas conclusiones clave de nuestro informe SOER 2020 se reflejan claramente en la Comunicación sobre el Pacto Verde Europeo de la Comisión Europea, publicada la semana pasada. La Comunicación describe un plan de acción para los próximos cinco años, en el que la Comisión de von der Leyen presentará una serie de propuestas. Estas incluyen aumentos significativos de los objetivos climáticos de Europa, una estrategia para la biodiversidad y financiación para la sostenibilidad y la movilidad limpia, con el apoyo de fondos de la UE estrechamente relacionados, incluido el Mecanismo para una Transición Justa, para proporcionar apoyo a las personas afectadas por esta transición. El Pacto será fundamental para que Europa contribuya a los objetivos a nivel mundial, incluidos los recogidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

El Pacto Verde Europeo de la Comisión y el amplio apoyo que ha recibido del Parlamento Europeo y del Consejo son señales claras de la visión europea y su determinación de iniciar un nuevo camino hacia una sociedad equitativa y sostenible. Consiste en una respuesta política europea a las crecientes peticiones de una acción enérgica por parte de un número cada vez mayor de europeos. De hecho, desde los estudiantes y las familias hasta las ciudades y regiones, muchas personas de toda Europa ya se han puesto manos a la obra. Sin embargo, el Pacto Verde Europeo representa una oportunidad sin precedentes, ya que establece un enfoque común y coherente para todo un continente.

Alcanzar la visión descrita en dicho Pacto no será tarea fácil. La Comunicación presentada la semana pasada solo es el principio de un largo proceso. En este viaje difícil pero emocionante, la Agencia Europea de Medio Ambiente se ha comprometido a proporcionar los mejores conocimientos disponibles para promover el debate sobre el clima y el medio ambiente en Europa.

Hans Bruyninckx

Director ejecutivo de la AEMA

Editorial publicado en el número de diciembre de 2019 de EEA Newsletter 04/2019

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