Uso del suelo
Las prácticas agrícolas y forestales insostenibles, la expansión urbana y la contaminación son las principales responsables del deterioro de la biodiversidad en Europa, que amenaza la supervivencia de miles de hábitats y especies animales. Además, los Estados miembros siguen sin aplicar en su totalidad las directivas de protección de la naturaleza y demás legislación en materia medioambiental de la Unión Europea. La mayoría de los hábitats y las especies protegidas no presentan un buen estado de conservación y queda mucho por hacer para revertir la situación, según el informe «State of nature in the EU» publicado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
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¿Qué tienen en común numerosos viñedos dispersos por paisajes idílicos, centros industriales y vertederos? La respuesta podría ser la presencia de sustancias químicas. Desde metales pesados hasta contaminantes orgánicos y microplásticos, el suelo en el que cultivamos nuestros alimentos y la tierra sobre la que construimos nuestras casas podrían estar contaminados con distintos contaminantes. Los contaminantes están generalizados y se acumulan en la tierra y los suelos de Europa. ¿Cómo podemos abordar este problema?
La última evaluación muestra que la naturaleza se encuentra en un declive grave y continuado en Europa
Noticias 19/10/2020Las prácticas agrícolas y forestales insostenibles, la expansión urbana y la contaminación son las principales responsables del deterioro de la biodiversidad en Europa, que amenaza la supervivencia de miles de hábitats y especies animales. Además, los Estados miembros siguen sin aplicar en su totalidad las directivas de protección de la naturaleza y demás legislación en materia medioambiental de la Unión Europea. La mayoría de los hábitats y las especies protegidas no presentan un buen estado de conservación y queda mucho por hacer para revertir la situación, según el informe «State of nature in the EU» publicado hoy por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
La mayoría de los alimentos que comemos se producen en la tierra y en el suelo. Lo que comemos y cómo lo producimos ha cambiado de forma significativa en el último siglo, junto con la sociedad y el paisaje europeos. La intensificación de la agricultura ha permitido que Europa produzca más alimentos a precios más asequibles, aunque a expensas del medio ambiente y de la agricultura tradicional. Ha llegado el momento de replantearnos nuestra relación con los alimentos que ponemos en el plato y con la tierra y las comunidades que los producen.
Diferentes políticas mundiales, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS), incluyen de manera directa e indirecta a la tierra y al suelo. Muchos de estos ODS no pueden alcanzarse sin suelos sanos y sin un uso sostenible del suelo. Más abajo se ofrece una visión general de los ODS con fuertes vínculos con el suelo.
El suelo contiene cantidades considerables de carbono y nitrógeno, que pueden liberarse en la atmósfera en función del uso que le demos al suelo. La deforestación o reforestación, la descongelación del permafrost pueden decantar la presión sobre las emisiones de gases de efecto invernadero hacia un lado u otro. El cambio climático también puede alterar sustancialmente lo que los agricultores pueden producir y dónde.
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