Acerca de la tecnología medioambiental

Estas tecnologías ofrecen soluciones para reducir los insumos, disminuir el consumo de energía y las emisiones, recuperar los subproductos y minimizar los problemas de eliminación de residuos. Potencian la eficiencia ecológica o, dicho de otro modo, "hacen más con menos", favorecen la aplicación de sistemas de gestión medioambiental y hacen que los procesos de producción sean menos contaminantes.

En Europa hay grandes oportunidades para hacer un mejor uso de las últimas tecnologías en los ámbitos de la energía, el transporte y el uso de materiales. Las empresas europeas son especialmente fuertes en la generación de electricidad renovable y en la gestión y el reciclado de residuos, con una cuota de mercado global del 40 % y 50 %, respectivamente.

Estas tecnologías se utilizan también para recopilar información sobre el medioambiente: control y recogida de datos para detectar la presencia de contaminantes, los cambios en la ocupación del suelo o los efectos en la salud humana mediante biovigilancia.

Las tecnologías medioambientales podrían, en la próxima década, contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 25–80 %; las sustancias que agotan la capa de ozono en un 50 %, y la acidificación y la eutrofización hasta en un 50 %. Para la industria del agua, el problema es desarrollar tecnologías nuevas y rentables que tengan en cuenta los elementos medioambientales externos y los aspectos relativos a la energía. Se espera también que se produzcan una mejora tecnológica notable y una expansión del mercado en relación con las soluciones a escala pequeña basadas en el uso de los residuos como fuente de energía y en el desarrollo de sistemas de producción de energía a pequeña escala basados en la biomasa.

Para comprender el potencial de las tecnologías medioambientales es preciso aumentar su aceptación en el mercado. La falta de información sobre los costes reales de obtención, uso y eliminación de los materiales y la energía sigue constituyendo una barrera importante para la aplicación a mayor escala de muchas innovaciones ecológicas.

Los clientes y los inversores deben conocer con más precisión las ventajas que ofrecen las distintas tecnologías para el rendimiento y el medio ambiente, de modo que puedan adquirir y financiar con confianza productos que suelen ser nuevos en el mercado. Para respaldar esta iniciativa, los responsables políticos europeos debaten en la actualidad el modo de verificar estas tecnologías.